CAPÍTULO V - FIESTA DE ALTA SOCIEDAD

Nos acercamos a las doce de la noche. El ensayo finaliza, y un poco tristes y apesadumbrados, nos dirigimos al Candi, lugar en el que para nuestra sorpresa se había organizado una fiesta-cocktail a la que asistía lo más granado de la alta sociedad avilesina. Destacamos la presencia del propio Candi, Mary, Edu, Rubén Vai, María, Javi, Silvia, Matías, Pasto... hasta el inefable Sammy Hagar apareció por allí. Un sinfín de personalidades. Los muchachos hicieron los honores, volvieron a posar para los insaciables objetivos de nuestras cámaras, hicieron una pequeña jam, y la fiesta se prolongó hasta altísimas horas de la madrugada. Diversión, desenfreno y juerga, pero sobre todo felicidad. Felicidad por saber que la gente hace esfuerzos en aras de la alegría, porque se nos demuestra que se puede disfrutar de la vida con esparcimiento e ilusión. No había sitio para recrearse en los problemas del día a día: estaban allí, eran ellos; los BAN JALEN nos devolvieron a aquellos años de ingenua esperanza en los seres humanos. A la exaltación de la amistad y las malas compañías. ¡¡¡HAN VUELTO!!! ¡¡VIVA BAN JALEN!!



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