EL BAJO FÉNIX
El viejo bajo Ibanez que Eddie el de Gijón tenía polvoriento, taladrado y sumido en el olvido en el desván de casa de sus padres, fue llamado a revivir viejas glorias abanderando el banjalenismo.
Recuperado inicialmente con la intención de tirarlo al suelo y patearlo en el numerito del "pipa faltoso", se decidió tunearlo para la ocasión, encargándose el titán Falo de esta labor. El resultado de tuneo y restauración fue tan espectacular que aunque la entrega se hizo la noche anterior al concierto de la FMM, la decisión de que había que dar más protagonismo a esa maravilla durante el concierto fue unánime (a pesar de no estar acostumbrado "Mad" Víctor a su tacto, peso, apoyos, mástil corto, etc.). Tal fue la convicción, que Eddie el de Gijón decidió que fuera su bajo bueno, un Fender Jazz Bass en perfecto estado, el maltratado durante el citado numerito.