NOSTALGIAS DE GOLDEN HAGAR
Ahh... esas oscuras y solitarias noches... Sí Nacho, recuerdo nuestras animadas conversaciones, birra va birra viene. La birra, tú y yo contra el mundo: amigo Nacho, en esta vida sólo hay un ganador, sí, lo sé... de sobra me lo has demostrado. Concluíamos hace poco que da nostalgia renunciar a toda una vida dedicado a una frenética actividad, sí señor, aunque al final te resultara rutinaria, era una meta, una ambiciosa ilusión, casi una quimera...
Comprendo tu llanto al abandonar definitivamente el bar. Otra cosa más que dejamos atrás... Otro bar que se va. La inevitable pregunta que surge quizá sea la más dura: avanzamos, sí, pero, ¿hacia dónde? Sólo hay una posible respuesta: a mejorar. Que este cambio también sea para mejor. Atesora ese Golden Hagar, Nacho. Haz acopio de él. Acapáralo. Es tuyo: sólo tuyo.