Mmm, teníamos preparada una pijadilla para la nueva entrada de hoy, pero... aquí en la redacción del blog nos da “noséqué” cortar estos momentos en los que se habla de METAL. Para nosotros, la dirección del blog, son sin duda los instantes de mayor magia y emotividad. Vosotros no lo veis, pero a Mad siempre se le cae alguna lagrimilla de emoción, Eddie se respiga, Dave se pone soñador, como en sus mejores épocas de METAL, Nuria insiste en Van Halen (como siempre y como debe ser) y Nacho..., bueno, Nacho andará borracho por el Candi, suponemos.
Por ellos, por nosotros, por vosotros, vamos a continuar “metaleando” un poco. Aquí básicamente se puede hablar de lo que queráis, de lo que os dé la real gana, pero nosotros queremos rendir nuestro pequeño homenaje a esos grupos Heavy Metal. Sí, sí, síííííííííí... ya sabemos que Van Halen (Ban Jalen) NO es un grupo heavy, al menos en su (única) etapa con David Lee Roth. De acuerdo, después, con el infausto cantante que no vamos a mencionar se revelaron como un verdadero grupo A.O.R. hiper-hortera, pero llamar “Van Halen” a los “Van Hagar” es como llamar Valentino Rossi a Sete Gibernau.
Bien: Van Halen (Ban Jalen) no son heavies. Como decía “Ban Jalen-Adicto” en aquella memorable entrada, “¿y qué, si lo fueran?”. ¿Por qué tendríamos que disimularlo? Efectivamente, la "no-heviuz" de VH es un hecho histórico objetivo, per
o no una cuestión ideológico-musical. No lo eran porque no lo eran, NO porque fuera malo serlo (por favor, ¡esto empieza a parecerse a un diálogo de los Monty Python!). A lo que vamos (¡qué discurso tan disperso!): queremos rendir nuestro pequeño/gran y merecidísimo homenaje a: Van Halen, Led Zeppelin, Deep Purple, Black Sabbath, AC/DC, Kiss, Rainbow, Whitesnake, Alice Cooper, Aerosmith, Judas Priest, Iron Maiden, Motörhead, Thin Lizzy, Saxon, UFO, Dio, Ozzy Osbourne, Scorpions, Def Leppard, Accept, Metallica... se quedan miles de grupos en el camino, lo sabemos, pero no podemos ponerlos todos. ¡Añadid vosotros los que os falten!
Con el paso del tiempo siguen surgiendo las eternas cuestiones y cotidianas (y bizantinas) discusiones: ¿vemos ahora el METAL con buenos ojos porque nos retrotrae a épocas pasadas?, ¿por una cuestión meramente generacional? Posiblemente sea así, no lo vamos a negar. De hecho no hemos seguido escuchando grupos Heavy (desde hace un montón de años, además). Es innegable que el Heavy más clásico fue un movimiento efímero: las fórmulas se agotan enseguida (todas lo hacen), pero esos grupos han servido para inspirar a otros que vinieron detrás, haciendo un rollo más militante, o sencillamente incorporando guiños arquetípicos “heavies” en su música de un modo más o menos consciente. Mucha gente estaría dispuesta a discutirlo, pero sin Heavy Metal jamás hab
rían sonado como lo hicieron grupos que van desde Red Hot Chilli Peppers a Nirvana pasando por Pearl Jam, The Smashing Pumpkins, Dinosaur Jr., Alice in Chains, Holiday Fleet, Soundgarden, (¡mira!, sus nombres suenan ya a grupos "clásicos"... qué cosas...) en fin... no vamos a seguir citando bandas porque esto NO es un tratado sobre música popular, cojona. Eso se lo dejamos a Pasto, a Pantagruel y a otros personajes de admirable memoria. Se entiende perfectamente lo que queremos decir: desde los más adeptos, a los que simplemente integran sencillos conceptos de sonido fuerte en bases rítmicas, o del “guitarrazo” (o sonido guitarrero), etc, todos tienen una deuda mayor o menor con el METAL. Como decía uno de mis mejores amigos “discutir esto es como discutir el azul del cielo o el calor del sol”.
Y, aquí en medio están los muchachos; los Ban Jalen de inolvidable recuerdo. Todavía los veo ahí tocando francamente fuerte, guitarreando como locos, haciendo magníficos coros, ¿es METAL?, ¿no lo es?, ¿qué importa?
Aaahhh (suspiro)... ¡el METAL...!